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Jamás preguntaron por mí,
a pesar de que fui yo
quien los liberó de Egipto,
quien los llevó por el desierto,
por un terreno seco y peligroso,
donde nadie pasa y donde nadie vive.
Fui yo quien los trajo a esta buena tierra,
donde hay comida en abundancia.
Pero llegaron ustedes y todo lo ensuciaron;
¡convirtieron mi tierra en un lugar asqueroso!

”Los sacerdotes nunca preguntaron por mí,
los maestros de Biblia jamás me conocieron,
los dirigentes pecaron contra mí,
y los profetas no hablaron en mi nombre.
Todos ellos siguieron a otros dioses
que no sirven para nada,
y en nombre de ellos hablaron.

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